Rabanales tendrá una planta de tratamientos de residuos.

Un grupo de investigación de la Universidad de Córdoba, coordinado por el profesor Arturo Chica, en colaboración con la empresa Cyclus-ID, pondrá en funcionamiento, en verano de 2008, una planta piloto de compostaje con la intención de estudiar eficazmente la influencia de las distintas variables en la calidad del compost, generado a partir de diferentes residuos, y acelerar los procesos naturales de su formación, favoreciendo su uso como fertilizante natural . Según ha informado la Consejería de Innovación, Ciencia y Empresa, con esta iniciativa se podrán realizar ensayos de tratamiento y compostabilidad de diferentes residuos y mezclas de ellos, de interés para las empresas del sector. Un matiz destacado es que este tipo de ensayos es imposible realizarlos en un laboratorio, por lo que una planta de este tipo cobra gran relevancia. Otra de las ventajas que ofrece esta instalación es "la visión integrada que permitirá de todo el proceso, con lo cual, será más fácil controlar todas las variables", afirma el profesor cordobés. La planta piloto de compostaje, para cuya construcción se han invertido unos 70.000 euros (60.000 de fondos Feder y 9.800 de Cyclus-ID), está ubicada en las instalaciones que el área de Ingeniería Química tiene en el Campus de Rabanales. La principal singularidad de esta planta es que se trata de una creación portátil, por lo que, si en algún momento resulta difícil transportar los residuos hasta la misma, por ejemplo, se puede llevar la planta en un camión hasta la granja donde se encuentren los residuos (purines u otros) que han de ser sometidos a tratamiento. De igual modo, está en fase de finalización, la construcción de otra planta piloto, en este caso de digestión anaerobia (sin aire), con la que, a partir de residuos semilíquidos se generará biogás, combustible renovable que puede sustituir al gas natural. La inversión con fondos Feder destinada para este propósito es de 140.000 euros. Este grupo también patentó en el año 2004 un aparato que mide el grado de estabilización de los residuos que se biodegradan (Respirómetro). En este sentido, en 2006, la Universidad Autónoma de Madrid firmó un acuerdo con la de Córdoba para adquirir este equipo. Actualmente, la Universidad Autónoma de Barcelona ha contactado con el grupo de Ingeniería Química para la fabricación y venta de este dispositivo.

FUENTE: http://portales.ciemat.es/?pid=4000&tipo=noticias&id=1647&id_seccion=1